Uno de los principales investigadores que colaboró para utilizar piel humana obtenida por ingeniería de tejidos para tratar a grandes quemados, logrando recientemente el beneplácito de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), es David Rodríguez, cirujano plástico y coordinador de la Unidad de Quemados del hospital: “la autorización fue recibida con mucha alegría ya que reconoce todo el esfuerzo realizado que se inició en 2016. Motiva mucho que la Aemps permita utilizar este tratamiento como una terapia más y no solamente de uso compasivo”.
La única alternativa existente que había antes de que se aprobara este tratamiento era, en palabras del especialista, “reutilizar la zona del donante para aquellas personas que habían sufrido quemaduras en más de un 60 por ciento de su superficie. Debido a ello, durante los últimos 30 años se ha usado el cultivo de queratinocitos”. El cambio fundamental que ha aportado la nueva terapia es hacer un cultivo no solamente de queratinocitos, “sino que se le ha añadido también los fibroblastos, simulando por una parte la epidermis y por otra la dermis, haciendo un injerto celular de estas dos estirpes”.
El tratamiento personalizado de cada paciente con piel artificial
Este tratamiento es personalizado debido a que tal y como afirma el especialista, “las células se obtienen del propio paciente. En caso de que se cuente con piel de donante, se usa ya que un injerto es más rápido que tener que llevar una biopsia, cultivarla y traerla de vuelta. Este tratamiento se reserva para pacientes con una superficie afectada del 60 por ciento y que no tenga enfermedades de base que contraindiquen la terapia”.
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Un aspecto que Rodríguez pone especial énfasis es que la piel donada de cadáver se utiliza “solamente de cobertura temporal, ya que no prende. En España existe un banco grande de piel humana, pero siempre se usa mientras se espera el cultivo definitivo, ya que el cuerpo la acaba rechazando”.
El uso de células madre para mejorar las propiedades de la piel
La intención del hospital es seguir investigando para mejorar aún más las propiedades de la piel creada de forma artificial, por lo que se busca a través de las células madre “tener piel fabricada en bancos que no sea como la de cadáver, funcional y que cualquier paciente pueda hacer uso de ella”. El tiempo es un elemento fundamental para los pacientes con quemaduras, por lo que con el uso de células madre mesenquimales “no se tendría que esperar cuatro semanas para el cultivo celular y se podría tener todo medio preparado. Ahorrar días es crucial en un paciente con quemaduras, ya que la piel se le puede infectar”.
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Un último apunte realizado por el especialista es que a la piel cultivada “aún le queda mucho camino por recorrer, ya que aún no se ha logrado que sea una piel totalmente normal. Es un poco mejor que el injerto en relación a la retracción y a las molestias, pero no es una piel 100 por cien natural”.
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