En la vorágine del día a día, es común que todos, en alguna ocasión, experimentemos esa abrumadora sensación de somnolencia que se apodera de nosotros en los momentos menos oportunos para un descanso.
Esta experiencia, compartida por muchos debido al acelerado ritmo de vida moderno, puede ser todo un dolor de cabeza.
Sin embargo, no estamos desamparados ante ella. Un psicólogo certificado desarrolló un conjunto de estrategias para enfrentar esos episodios de intenso sueño cuando el descanso no es una opción.
Estas herramientas pueden ser soluciones prácticas para mantenerse alerta y productivo, incluso cuando el cuerpo pide a gritos una pausa.
Cómo evitar quedarse dormido
Michael Grandner, experto en medicina conductual del sueño y director del Programa de Investigación del Sueño y la Salud de la Universidad de Arizona, mencionado por el portal Self, revela las tácticas más eficaces para combatir el deseo de dormir.
A pesar de ello, el sitio web referenciado señala que, aunque estas estrategias no logran una revitalización total, sí ayudan a las personas a sentirse ligeramente más alertas y despejadas.
1. Interacción social
Aunque socializar puede parecer lo menos apetecible cuando se tiene sueño, establecer conexión con otros puede ser un buen estímulo.
El doctor explica que se puede recurrir a una charla con un amigo por teléfono, quizás mientras se realiza alguna actividad sencilla o en la pausa para el almuerzo.
2. Mantente activo preferiblemente al aire libre
Cuando tienes tanto sueño que te cuesta mantener los ojos abiertos, el doctor Grandner recomienda moverse de la manera que sea posible.
Esto puede traducirse en caminar por la vivienda o trabajar de pie frente al escritorio en lugar de sentarse.
La actividad física no solo ayuda a mantener la alerta, como señala el Grandner: “estar de pie dificulta quedarse dormido” y a su vez también revitaliza.
El movimiento promueve la circulación sanguínea, lleva oxígeno y nutrientes a los músculos, proporcionando ese impulso adicional que se necesita para estar alerta.
Realizar estas actividades al aire libre es aún mejor, ya que la exposición al sol, incluso en días nublados, ayuda al cerebro a entender que es de día, lo que permite sentirse más energizado, explica el médico.
3. Aprovechar los picos de energía
Las personas suelen experimentar un aumento de energía por la mañana y una disminución significativa por la tarde, a veces es al revés y las personas tienen más energía en la noche.
Para sacar el máximo provecho de estos ciclos naturales, es recomendable enfrentar las tareas más exigentes durante los momentos de mayor energía y reservar las actividades más sencillas para cuando te sientas menos motivado.
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Si el trabajo lo permite, se pueden organizar las labores para los períodos donde te sientas más activo y dejar las tareas rutinarias para cuando la energía disminuya. (I)