Agachadito y callado, George Russell ha conseguido ganar en Bélgica. Nadie lo consideraba favorito al inicio de la carrera, dado que partía desde la sexta posición. El británico ha ido a contrapié y ha hecho tan solo una parada, acumulando 33 vueltas con el neumático duro, y la estrategia le ha salido redonda. Aunque finalmente, todo su esfuerzo ha sido en vano. En el pesaje de los monoplazas, la FIA ha detectado que el W15 no daba el peso mínimo, y finalmente ha sido descalificado.
Esto le ha otorgado la victoria a Lewis Hamilton. El de Stevenage, que ha rodado en la primera posición durante gran parte de la carrera, parecía tenerlo todo a su favor. Pero cuando ha alcanzado a su compañero a tres vueltas del final, no ha logrado acercarse lo suficiente para intentar rebasarle y ha tenido que conformarse, en un principio, con la segunda posición. Pero con la descalificación de su compañero, ha subido hasta la primera.
Todo esto en una carrera en la que Max Verstappen no ha podido repetir la hazaña de los dos años anteriores, aunque ha conseguido ganarle la partida a Lando Norris. El neerlandés ha cruzado la línea de meta en la quinta posición -con la descalificación de Russell sube a la cuarta-, y el británico, ha tenido que conformarse con la sexta -quinta con la descalificación- a pesar del buen ritmo que ha tenido McLaren. Carlos Sainz ha acabado séptimo, y Fernando Alonso, noveno. Entre ellos dos, tras otra actuación que ha dejado que desear, ha finalizado Sergio Pérez.
Hamilton toma la ventaja en las primeras vueltas
Después de una clasificación pasada por agua, Leclerc partía desde la pole debido a la penalización recibida por Verstappen, que salía desde la undécima plaza. En la primera línea, junto al monegasco, estaba Pérez.
Los focos iban a estar puestos en McLaren, ya que no se mostraron muy cómodos en mojado, con Norris saliendo cuarto y Piastri quinto. Sin embargo, tuvieron un gran ritmo el viernes en seco. Por delante de los ‘papaya’ salía Hamilton, en la tercera plaza. Los españoles, Sainz y Alonso, partían desde la séptima y la octava posición, respectivamente.
El madrileño optó por calzar el medio de inicio, mientras que la mayoría salían con el medio. En la salida, Leclerc mantuvo la primera plaza, pero tan solo le duró dos vueltas. Hamilton rebasó a Pérez, poniéndose segundo en la curva 1, y después adelantó al monegasco en la recta de Kemmel con el DRS, arrebatándole el liderato.
Norris tocó la grava al salir de la primera curva y cayó hasta la séptima posición, mientras que Verstappen se colocaba en el octavo lugar en tan solo una vuelta, con el piloto de McLaren ya en el punto de mira. Alonso, que fue adelantado por el neerlandés, cayó a la novena plaza.
Con las posiciones ya establecidas, Hamilton logró zafarse del DRS de Leclerc, y el de Ferrari hizo lo mismo con Pérez. Desde el mexicano hasta Verstappen, la distancia era de cinco segundos, con todos en un tren de DRS.
Primeras paradas
El baile en el pit lane comenzó en la vuelta 8, con algunos de los pilotos de la parte baja de la parrilla haciendo su primera parada. En la parte alta, Russell y Verstappen fueron los primeros en pasar por el box. En la vuelta siguiente, lo hicieron Hamilton, Pérez y Piastri. Este último no pudo evitar el undercut de Russell, pero recuperó la posición rápidamente en la recta de Kemmel, el mismo lugar donde una vuelta después adelantó al mexicano, que fue el único de los de delante en calzar neumáticos medios.
Los únicos que faltaban por entrar eran Sainz, que seguía con el duro, y Norris, que continuaba acumulando vueltas con el medio. El piloto británico pasó por el box en la vuelta 16 y salió por detrás de Verstappen, aunque con unas ruedas cinco vueltas más jóvenes. El madrileño, por su parte, entró en la vuelta 22, calzando el compuesto medio.
Mientras tanto, Alonso cayó a la undécima plaza tras hacer su parada y sufrir un undercut de Ricciardo y Albon, que pasaron muy pronto por el garaje. El asturiano no era capaz de rebasarles y fue atrapado por Ocon, que le adelantó en la recta de Kemmel aprovechando la alta velocidad en recta del Alpine y la deficiencia del Aston Martin en este aspecto.
En la parte alta de la carrera, Pérez empezó a sufrir mucho con el medio al final del stint e hizo su segunda parada en la vuelta 23 tras ser superado por Russell y ser alcanzado por Verstappen. El neerlandés también fue atrapado por Norris, aunque conseguía mantenerlo detrás.
Segundo paso por boxes
El turno del segundo paso por boxes llegó en la vuelta 26. Leclerc, que estaba a dos segundos de Hamilton, trató de lanzarle un undercut al británico, pero Mercedes se protegió bien y el heptacampeón mantuvo la posición al entrar en la vuelta siguiente. Verstappen entró en la 29 y se vio obligado a poner el medio, ya que no disponía de duros nuevos.
Los siguientes en hacer su parada fueron Sainz, que solo hizo siete giros con los neumáticos medios, y los McLaren, que continuaban mostrando un gran ritmo. A falta de diez vueltas para el final, la situación era la siguiente: Russell, que solo había hecho una parada y llevaba 25 vueltas con los duros, lideraba con una ventaja de cinco segundos sobre Hamilton.
Detrás de los Mercedes, en la tercera plaza, se encontraba Leclerc, quien no pudo resistir la embestida de Piastri y perdió el podio. Verstappen ocupaba la quinta posición, con Norris al acecho. Pérez, que hizo su segunda parada muy pronto, cayó al octavo lugar tras ser adelantado por Sainz.
Russell completa la machada
A tres vueltas del final, Hamilton atrapó a Russell, mientras que Piastri les recortaba más de un segundo por vuelta, amenazando el doblete de Mercedes. Finalmente, el de King’s Lynn logró resistir el ataque de su compañero, quien no se atrevió a intentar un adelantamiento, y se llevó la victoria. El australiano logró tener el DRS en el último giro, pero tuvo que conformarse con la tercera plaza.
Leclerc consiguió mantener a Verstappen y Norris detrás y terminó cuarto, mientras que Sainz cruzó la línea de meta en la séptima plaza. Pérez, tras una decepcionante carrera, junto con Alonso y Ocon, completaron el top 10. El asturiano, al igual que Russell, optó por una estrategia de una parada, lo que le permitió revertir una carrera que se le había complicado tras la primera parada.