Santo Domingo.- En un esfuerzo en conjuntos por acelerar la reducción de los embarazos adolescentes no planificados en poblaciones en situación de vulnerabilidad de América Latina y el Caribe, se lleva a cabo una reunión regional en el país que reunió a ministros, autoridades locales, expertos y jóvenes líderes para desarrollar estrategias prácticas que aborden este problema de salud pública.
El evento, realizado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) junto con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), con el apoyo del Gobierno de la República Dominicana y Canadá, fue encabezado por el ministro de Salud, Víctor Atallah, y la primera Dama de la República Dominicana, Raquel Arbaje.
Con el título “Acelerando la reducción del embarazo adolescente entre edades de 10 a 14 y de 15 a 19 años en poblaciones vulnerables en América Latina y el Caribe”, se busca además llegar acuerdos sobre soluciones y enfoques prácticos para identificar y llegar a estos grupos que afecta las trayectorias de vida de las niñas.
El ministro de Salud, Víctor Atallah, resaltó la importancia del evento para analizar y tratar una problemática muy importante en los países de la región, las cuales afecta a las niñas en adolescencia, situación que hay que seguir reforzando para detener esta práctica.
Manifestó que, desde el Gobierno, a través del Gabinete de Niñez y Adolescencia, que dirige la primera Dama, se están implementado políticas claras y estratégicas, que buscan prevenir el embarazo en las adolescentes y erradicar el matrimonio infantil y sensibilizar a la sociedad sobre esta práctica en edades temprana, entre otras acciones. “Aquí en el país se han obtenido avances importantes, pero hay que seguir trabajando ya que la tasa de fecundidad ha ido bajando en los últimos tres años lo que demuestra que las acciones van por el camino correcto”, indicó.
La primera dama Raquel Arbaje manifestó que el encuentro coincide con las metas nacionales de reducir al mínimo el embarazo en adolescentes. “Hasta el momento, nuestras estadísticas indican una significativa caída del embarazo en adolescentes de un 26.58 % en el primer trimestre de este año con relación al mismo período del 2023, y esto es el resultado de la Política de Prevención y Atención a las Uniones Tempranas y el Embarazo en Adolescentes presentada al país en noviembre de 2021, por el presidente Luis Abinader”.
Indicó que, aunque estas estadísticas son alentadoras, aún queda un largo camino por recorrer para desmantelar las estructuras sociales y culturales que favorecen el embarazo temprano.
Arbaje destacó que: “Desde que la PPA comenzó a ejecutarse, el Ministerio de Salud Pública y el Servicio Nacional de Salud han elevado a 38 las Unidades de Atención a Personas Adolescentes y se han entrenado a 546 profesionales de la salud del primer nivel de atención”, concluyó la primera dama.
La representante de la OPS/OMS en la República Dominicana, Alba María Ropero afirmó que, “aunque se han registrado avances notables desde la adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con una reducción del 20,9 % en la fertilidad adolescente entre 2015 y 2021, las desigualdades persisten”.
Informó que la tasa de fecundidad en adolescentes en la región es la segunda más alta del mundo, y continúa siendo inaceptablemente alta, con grandes inequidades entre los países y al interior de ellos. El número estimado de embarazos no planeados en niñas de entre 15 y 19 años en ALC en el 2021 fue de 1.636.000.
Mientras, el representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Mario Serrano, afirmó que el “embarazo adolescente, además de colocar a las adolescentes y niñas en situaciones de vulnerabilidad evitables como las muertes maternas y neonatales, la deserción escolar, universitaria y las uniones tempranas, tienen consecuencias socioeconómicas”.
De su lado, Carlos Carrera, representante de Unicef, agregó: “Las uniones tempranas están claramente asociadas a la pobreza, la exclusión y la vulnerabilidad y a los Embarazos Adolescentes. Es alarmante la brecha existente entre las adolescentes de zonas rurales y las de zonas urbanas o con mayores niveles de educación. Esto limita severamente el pleno cumplimiento de sus derechos”.
La tasa de fecundidad en adolescentes en la región es la segunda más alta del mundo, y continúa siendo inaceptablemente alta, con grandes inequidades entre los países y al interior de ellos.
“El embarazo adolescente, además de colocar a las adolescentes y niñas en situaciones de vulnerabilidad evitables como las muertes maternas y neonatales, la deserción escolar, universitaria y las uniones tempranas, tienen consecuencias socioeconómicas”, afirmó Serrano, representante de UNFPA.
Puntualizó también que las estimaciones realizadas por el UNFPA en el país, con la metodología Milena, concluyeron que las madres adolescentes dominicanas están perdiendo ingresos superiores a RD 12,151,000,000 (USD 245,000,000) al año; a esto se suman los gastos en atenciones médicas a usuarias en situaciones de riesgo provocadas por las maternidades tempranas.
En el desarrollo de los paneles de alto nivel se subrayó la necesidad de mantener el tema de la prevención del embarazo adolescente en la agenda política y mejorar los esfuerzos para alcanzar a las niñas indígenas y afrodescendientes en situaciones vulnerables.
Durante los dos días que dura la reunión, los y las participantes evaluarán cómo mejorar la capacidad de los países para recopilar y analizar datos desglosados, lo que permite una identificación eficaz de los subgrupos más afectados por los embarazos no planificados en adolescentes.
A través de discusiones y grupos de trabajo, los participantes compartieron acciones para identificar estos grupos y exploraron estrategias nacionales y locales para fortalecer las respuestas a los embarazos adolescentes.
Asimismo, identificaron intervenciones multisectoriales efectivas y sostenibles para llegar a las adolescentes en situaciones de vulnerabilidad, con un enfoque en la prevención de embarazos no planificados.
Las autoridades de los países participantes renovaron su compromiso con la reducción de los embarazos no planificados en las niñas y adolescentes de 10 a 19 años, tanto a nivel nacional como subnacional. Se llegó a un consenso sobre soluciones prácticas para identificar y brindar apoyo a las adolescentes en situación de vulnerabilidad.
El evento concluyó con un acuerdo para elaborar un informe regional, que detalle los compromisos adquiridos y las estrategias discutidas.