Hasta ahora se intuía que un tratamiento de belleza favorece la apariencia de la piel y es toda una herramienta de relajación. La firma Natura Bissé en colaboración con la Universidad de Murcia y Starlab lo pone de manifiesto y por primera vez
Una sesión de meditación, concentrarse en la respiración cinco minutos, hacer deporte, relacionarte socialmente, salir a pasear en la naturaleza y… hacerse un masaje facial en cabina. Esta podría ser una buena herramienta para combatir el estrés, según la neurociencia.
Lo que parece una evidencia, especialmente tras la pandemia, cuando los centros de belleza proliferan como setas, se ha demostrado en un exhaustivo estudio de la marca española Natura Bissé, el instituto de investigación experto en neurociencia Starlab y la Universidad de Murcia, aliada de EuniWell, la Universidad Europea para el Bienestar.
La conclusión principal de este informe experimental es que los rituales spa aumentan el bienestar y la autoestima alrededor de un 67%. “Existe una correlación estadísticamente significativa entre los niveles más altos de oxitocina salival, relacionados con un menor nivel de estrés percibido”, explica Laura Gamboa, directora corporativa de formación de Natura Bissé implicada en todo el proceso.
EL MÉTODO CIENTÍFICO
Los biomarcadores se han registrado a partir de una muestra de 33 voluntarios de entre 25 y 60 años y con cuatro tipo de mediciones instrumentales (objetivas) y cuatro encuestas diferentes subjetivas antes y después de un tratamiento signature de Natura Bissé de 60 minutos de duración. “Hemos dedicado más de 50 horas al registro, con casi 400 tomas al grupo de control y unas 400 capturas macrofotográficas. Lo más interesante, además de cuantificar el bienestar de forma numérica, fue descubrir cómo se puede aumentar también la autoestima de la persona”, asevera.
Además del obvio beneficio en la piel que se le presupone a un tratamiento de belleza con productos de exfoliación, limpieza e hidratación, la medición con enobio, una especie de gorro con electrodos, ha servido para comprobar cómo el contacto manual afectaba al sistema nervioso, y no sólo a través de una simple manifestación en las encuestas, una versión abreviada del test Ryff (escala de bienestar psicológico) con 17 preguntas.
“Los picos de placer siempre se dieron con el masaje manual. Los voluntarios declaraban que sentían mucho mejor su piel, pero también su bienestar, desde un control del entorno a su propio empoderamiento, aumentando significativamente sus niveles de autoaceptación. La novedad es que todo esto se ha registrado de forma muy científica durante 500 horas de trabajo”, afirma Gamboa.
BENEFICIO EMOCIONAL DE CUIDARSE
En una sociedad donde producimos cortisol todo el tiempo en nuestro acelerado ritmo de vida, que nos inflama y mantiene en alerta, meterse en una cabina de tratamiento puede ser una válvula de escape al alcance de muchos. “Así pudo comprobarse tras analizar la actividad cerebral, frecuencia cardíaca o biomarcadores como esta hormonal principal del estrés, pero también la alfa-amilasa y la oxitocina entre otras, y teniendo en cuenta las cinco emociones más relevantes para el estudio: relajación, activación, harmonía, satisfacción y felicidad”, admite Gamboa.
De modo que un protocolo facial no es simplemente estética que contribuye a verse mejor. De forma superficial y banal. También es un plus para sentirse sereno y dejar de correr a todos los sitios, al menos, durante unos minutos. “Si te das un masaje dos veces por semana, las citoquinas proinflamatorias que pueden contribuir al desarrollo de patologías disminuyen, se ha visto en este estudio. El poder del tacto aumenta la actividad del nervio vago y desacelera el ritmo cardíaco y la presión sanguínea, mostrando relajación en las ondas cerebrales”, concluye la especialista de la firma en el hotel destino Abadía Retuerta, una finca emplazada en el valle del Duero, donde se ha presentado el informe. La belleza integrativa es tendencia, siempre unida a una buena alimentación, actividad física, contacto con otras personas y la búsqueda de experiencias.