Un año más, el Centro de Acogida para Personas Sin Hogar (CAI) de Alicante, de titularidad municipal, gestionado y dirigido por la Fundación Salud y Comunidad (FSC), ha abierto sus puertas a la ciudad de Alicante para disfrutar de una jornada de convivencia, centrada en el ejercicio físico y el deporte como uno de los pilares fundamentales para mantener una vida saludable, así como en el bienestar físico y emocional. El encuentro volvió a ser un punto de referencia para diferentes entidades y colectivos. Alrededor de 150 personas participaron en las actividades programadas, destacando el buen ambiente y la cooperación de todas las personas asistentes y participantes en el evento.
En esta ocasión, se apostó por la innovación y el deporte integrativo y cooperativo, siendo la gran novedad la celebración de la Primera Maratón Corre-Camina, en la que desde los participantes más atléticos hasta las personas con diversidad funcional pudieron disfrutar de un recorrido por las calles de la ciudad.
La actividad deportiva más destacada de la jornada fue una Masterclass de kárate adaptado, dirigida por Juan Almiñana, cinturón negro 4º dan, profesor de kárate, y profesional del CAI desde hace más de veinte años. La sesión finalizó con una exhibición de esta modalidad de lucha japonesa por parte de los participantes de los diferentes programas del centro, que semanalmente entrenan bajo el buen hacer de Juan. Asimismo, las personas asistentes pudieron disfrutar de una sesión de cardiobox adaptada, preparada y dirigida por un grupo de residentes del CAI.
La inauguración de las jornadas contó con un invitado muy especial, Kiko Martínez, boxeador ilicitano e icono a nivel mundial en el boxeo que cuenta con cuatro títulos de campeón del mundo. Con gran amabilidad y humildad, Kiko compartió su experiencia de vida, habló de cómo el deporte le ha ayudado a avanzar en su vida personal y profesional y, sobre todo, transmitió la importancia del trabajo diario y el esfuerzo para conseguir aquello que uno/a se propone, señalando que conseguir algo no es cuestión de suerte, sino de trabajo, constancia y perseverancia. Muchas fueron las preguntas que le dirigieron desde el público y a las que respondió con gran honestidad y sabiduría de vida.
Tras la ponencia de Kiko, se subió al escenario Juan Almiñana, que compartió con nosotros/as su experiencia en el kárate, y explicó cómo ha influido este deporte en su vida y trabajo. A Juan le acompañaba un participante del CAI, que nos habló de cómo le está ayudando este deporte en su proceso de recuperación y en su día a día. El kárate es una actividad fundamental en el CAI para los usuarios en su proceso de recuperación, lleva impartiéndose desde hace casi dos años todos los viernes por la tarde en el servicio.
Entre los beneficios que tiene en las personas sin hogar, se encuentra el desarrollo físico: el entrenamiento implica movimientos que fortalecen el cuerpo, mejoran la flexibilidad y aumentan la resistencia cardiovascular. Esto puede ayudarles a mejorar su salud física y bienestar general.
También, la autodefensa: el kárate les enseña técnicas de autodefensa efectivas que pueden ayudarles a protegerse en situaciones de peligro en la calle; la disciplina y autocontrol: enfatiza la disciplina mental y el autocontrol emocional, lo que puede ayudar a las personas sin hogar a desarrollar habilidades para manejar el estrés y controlar sus impulsos.
Asimismo, se destacan como beneficios la confianza y autoestima; el sentido de pertenencia, así como el enfoque y concentración. En este sentido, el kárate puede ofrecer a las personas sin hogar una estructura positiva, un sentido de propósito y un camino hacia el empoderamiento personal y la mejora de la calidad de vida, según nos trasladan desde el centro.
Siguiendo con las XXI Jornadas Deportivas del CAI de Alicante, para finalizar la mañana, se ofreció un aperitivo al aire libre, en el que participantes, profesionales y voluntariado de las diferentes entidades asistentes a la jornada, compartieron impresiones y experiencias en un espacio más distendido. Por otro lado, se emplazaron a volver a participar en futuras actividades organizadas por las diferentes entidades, generándose un trabajo en red y de apoyo entre todas.
En definitiva, se disfrutó de una jornada llena de actividades, testimonios y emociones, en la que, un año más, se buscó compartir y fomentar las relaciones sociales dentro y fuera del servicio, además de incentivar el fortalecimiento del vínculo y el sentimiento de arraigo a la comunidad, a través del deporte, por sus grandes beneficios entre las personas participantes del Centro de Acogida para Personas Sin Hogar de Alicante.