La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que alrededor de mil millones de personas en todo el mundo padecen presión arterial alta, lo que equivale a aproximadamente el 20% de la población mundial.
En España, la tensión alta afecta a casi el 43% de las personas adultas. Esta condición ocurre cuando la sangre fluye por las arterias con una fuerza mayor de lo normal.
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La hipertensión es llamada el “asesino silencioso” porque generalmente no causa síntomas en la mayoría de los casos según la Asociación Americana del Corazón (AHA).
De hecho, destaca que por lo general quienes padecen esta afección se enteran recién cuando asisten al médico por alguna otra razón.
En cambio cuando se tratan de casos graves, los signos más comunes pueden ser dolor de cabeza, mareos o sangrado nasal. Estas señales, por lo general, indican que la vida del paciente se encuentra en riesgo.
La presión arterial alta puede causar serios problemas de salud como insuficiencia renal, ataques cardíacos y derrames cerebrales.
Entre los factores que aumentan la probabilidad de padecer esta enfermedad, se encuentra el sedentarismo.
Esto se debe a que la falta de actividad física aumenta el peso corporal y, a su vez, reduce la elasticidad de las arterias y provoca un mayor riesgo de enfermedades cardíacas.
En este sentido, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades aseguran que los cuatro pilares para un estilo de vida saludable para el corazón son los siguientes: alimentación nutritiva, peso saludable, no fumar y hacer ejercicio.
La OMS, por su parte, recomienda 150 minutos de actividad moderada o 75 minutos de actividad vigorosa por semana, distribuidos a lo largo de la semana para prevenir este tipo de patologías y mejorar la calidad de vida.
Un entrenamiento diario posee múltiples beneficios para la salud física y mental, por lo que se trata de otro motivo para agregarlo a la rutina. Según los especialistas, existe un ejercicio en particular que ayudará a controlar la presión arterial.
Se trata de los ejercicios aeróbicos o cardiovasculares, como caminar, correr, nadar o andar en bicicleta, ya que mejoran la circulación sanguínea y reducen la presión arterial.
Además, fortalece el músculo del corazón y ayuda a reducir los niveles de colesterol, previniendo así enfermedades cardíacas.
También son beneficiosos para mantener un peso saludable, quemar calorías, mejorar la tonicidad muscular, la digestión y el estado de ánimo.
Por otro lado, se recomienda hacer ejercicios de resistencia como levantar pesas o utilizar bandas elásticas porque, además de trabajar la fuerza muscular y contribuir a un metabolismo más saludable, ayudan a mantener bajo control la tensión arterial.
Cabe destacar que varios estudios han demostrado que las enfermedades cardiovasculares, que afectan el funcionamiento y la circulación de los vasos sanguíneos, se pueden prevenir mediante la combinación de ejercicio aeróbico y trabajo de resistencia.
Si te preguntas cuántas veces hacer cada ejercicio, pues bien los especialistas recomiendan llevar a cabo la actividad aeróbica tres veces a la semana y el entrenamiento de fuerza sólo dos días.
Además del sedentarismo, los otros factores de riesgo de tensión arterial alta son los siguientes: edad, antecedentes familiares, sobrepeso u obesidad, ingesta excesiva de sodio, falta de potasio y vitamina D, beber alcohol, estrés y ciertas condiciones crónicas.
Esta información no sustituye en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico. Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.