Por Ignacio Serrano
Leones y Tigres protagonizaron esta semana el cambio más llamativo de este receso entre temporadas en la LVBP, en cuanto al número de jugadores involucrados.
Un total de 7 peloteros, nada menos, pasaron de uno a otro equipo en esta transacción.
El Caracas obtuvo a 3 hombres con buena experiencia en la LVBP y otros circuitos: el centerfielder CARLOS TOCCI, el relevista JORGE RONDÓN y el receptor GERSEL PITRE. Aragua recibió por ellos al prospecto y slugger ALEXFRI PLÁNEZ, al catcher WILFREDO GIMÉNEZ, al infielder JOSÉ SÁNCHEZ y al relevista WILFREDO GIMÉNEZ.
Veamos dónde calzan los recién llegados, para tener una aproximación de lo que ganan los Leones en este cambio.
Carlos Tocci (en la foto principal de esta columna) es eso que coloquialmente llamamos «un general» en los jardines. Es un patrullero que cubre mucho terreno, que puede defender cualquiera de las tres praderas exteriores y que probablemente sea uno de los tres mejores centerfielders de la liga.
Comparado con otros habituales de la LVBP, el guante de Tocci está a la altura de Gorkys Hernández, Herlis Rodríguez y, entre los importados, del japonés Tomo Otosaka.
Tocci es rápido. Eso le ayuda a cubrir mucho terreno. Curiosamente, nunca desarrolló esa herramienta a la ofensiva. Roba muy pocas bases. Y esto probablemente se deba a que no ha conseguido el punto para leer a los pitchers rivales y dar el salto.
Contando todos los niveles en los que ha jugado, invierno y verano, desde Rookie hasta MLB, ha salido 151 veces y ha sido puesto out en 65 oportunidades. Eso le da un porcentaje de éxito de solo 57 por ciento. Lo deseable sería superar el 70-75 por ciento. La élite de la élite se ubica por arriba del 80 por ciento.
Que Tocci no sea un peligro entre las almohadillas importaría menos si su historial con el madero fuera otro. Es un bateador de líneas al que le cuesta dar extrabases. Y aunque en Venezuela mostró casi siempre una buena capacidad para ponerse en circulación, ha declinado en las últimas dos justas. En ese lapso, su average no ha pasado de .264 y su OBP combinado está en poco más de .330, es decir, cerca de la media del circuito.
Para alguien que carece de poder, embasarse es vital. Y aunque el maracayero todavía es joven –cuenta 28 años de edad–, preocupa un poco el descenso estadístico que vive. Hoy juega en la Liga Mayor y no está mal, con .313/.382/.403. Pero hasta ahora hemos visto que los buenos números de ese circuito sufren una merma cuando sus dueños van a la LVBP. Sí, debería ser el center titular desde el primer día. Pero el Caracas necesita que se parezca más al hiteador que ligó para .339 y repartió 74 imparables en la 2021-2022. ¿Podrá?
Jorge Rondón es otro caso interesante. Es un trotamundos, que ha pasado por las Grandes Ligas, México y Japón. Tiene pitcheos pesados, aunque paradójicamente no es un ponchador. Cumplió 36 años en febrero, así que está en la recta final de su carrera. Y sin embargo, brilla actualmente con Monterrey, donde anda con marca de 1-0, 3 salvados y 0.75 de efectividad en 24 relevos.
Ojo, que la Liga Mexicana de Beisbol es una pelota muy ofensiva, con varios estadios a más de 1.500 e incluso sobre 2.000 metros respecto al nivel del mar.
Ese Rondón, no obstante, ha sido muy castigado últimamente en la LVBP. Su última cosecha positiva fue en la 2020-2021. Luego de eso ha tenido efectividades de 7.85, 27.00, 8.76 y 5.60 con Magallanes y Aragua.
La inconsistencia parece ser su mayor enemigo. Porque este guariqueño nacido en Calabozo tiende al descontrol. Si de por vida, como lanzador profesional, tienes una rata de solo 6,5 ponches por cada 9 innings, necesitas evitar las bases por bolas para tener éxito. Y eso, sobre todo en su etapa con los turcos, le ha afectado aquí.
El desempeño de Rondón en México a partir de 2021 es, en general, positivo. Y eso es un claro motivo de esperanza para los Leones, que esperan haber conseguido en este cambio un brazo experimentado para ayudar a proteger ventajas. Si logra trasladar aquello a su país natal, será muy útil para el manager JOSÉ ALGUACIL. Así que el responsable de sacar provecho del veterano será el nuevo coach de pitcheo JORGE MONCADA, grandeliga con los Rays y dueño de una estupenda reputación que se ganó precisamente por la forma en que aconsejaba a los lanzadores en las Menores de Tampa Bay.
La tercera adquisición caraquista es Gersel Pitre, un receptor muy conocido en Aragua por su capacidad ofensiva.
Pitre es un caso raro, si se quiere. Tiene 5 temporadas en la LVBP y batea nada menos que .350 de por vida, con .812 de OPS. No es un forzudo ni toma muchos boletos, pero se poncha relativamente poco y pone mucho la pelota en tierra de nadie.
Su fama en la Liga Mayor es notable, con 3 torneos seguidos sobre .300 (incluyendo este, en el que batea para .320/.350/.507). Y se une al que ahora debe ser el mejor roster del país en lo que se refiere a la receptoría, puescompartirá con Jhonny Pereda, Freddy Fermín, Gabriel Lino y Eliézer Alfonzo Jr., todos buenos bateadores.
El detalle con Pitre, que todavía es joven (en julio celebrará los 28 años) está en la mascota. No ha podido enseñar una defensiva que le permita ser jugador de todos los días detrás del plato. Y en ese grupo citado arriba, él sería el quinto en el orden. Así que su rol con los Leones probablemente sea el mismo que tenía con los Tigres, como bateador emergente, inicialista eventual o designado.
Ojo, que no por ello es una mala adición. Quien batea siempre juega, dice el adagio beisbolero. Pero para eso ocurra, también es necesario que haya un lugar donde poner ese madero potencialmente productivo. Es de esperar que Alguacil intente sacarle provecho en octubre y a comienzos de noviembre. Le tocará a él demostrar que puede ser algo más que un buen pinch hitter, así sea empleando el mascotín o en el rol de DH.
Demos ahora un rápido vistazo a lo que entregaron los Leones en este cambio. Es lo que permitirá hacer un balance más preciso entre el debe y el haber.
Alexfri Plánez es, sin duda, la joya en esta transacción. No bateó mucho a su paso por el Caracas, pero aunque era prospecto, siempre que estuvo sano se reportó a los melenudos. Tiene poder y solo 22 años de edad. En 2022 sacudió 19 jonrones en Clase A avanzada, perdió casi todo 2023 por lesión y ya lleva 8 bambinazos en 2024 en Doble A.
También es buen defensor. Así que entregarlo representa un sacrificio, en cierto modo. Y también una sorpresa.
Es verdad que los capitalinos tienen ahora el outfield como fortaleza. Cuentan con Tocci y con Harold Castro, Aldrem Corredor, Yonathan Daza, Oswaldo Arcia y el prospecto Víctor Bericoto, sin contar con algunas figuras jóvenes que empiezan a pedir paso. Se entiende incluso que en la gerencia se planteen la posibilidad de usar de nuevo en el infield a Castro y a Rondón.
Wilfredo Giménez también se marchó. Es un catcher con perfil ofensivo que llegó en otro canje con los Tigres. Ayudó en la conquista del campeonato 2022-2023. Pero se quedó sin sitio en la 2023-2024, una justa en la que apenas tomó 3 turnos. Su lugar, teóricamente, pasa a ser ocupado por Pitre. No hay sobresalto aquí.
Los otros dos jóvenes –el lanzador Elvis García y el infielder José Sánchez, llegado en el pacto con los Tiburones por el relevista Eduardo Paredes— son agentes libres en el sistema MLB. Ninguno era pieza vital en el cuadro metropolitano. Ahora mismo intentan tomar el paso en la Liga Mayor, antes de ir a por la LVBP con nuevo uniforme.
Plánez, visto así, es el verdadero costo para los Leones en este cambio con los Tigres. Los otros que se marchan no desacomodan el andamiaje del equipo al irse a Maracay. El prospecto, sin embargo, puede llegar a ser una figura real, tanto en el norte como en Venezuela. ¿Alcanzará ese estatus? Es algo que está por verse. Pero el Caracas, al sacrificarlo, obtiene tres piezas a las que echará mano a partir de octubre. Y las tres pueden ser de ayuda, siempre y cuando resuelvan la duda que cada uno de ellos lleva en su equipaje rumbo a la capital.
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Foto: prensa Tigres de Aragua