El debut de Luis Arráez con los Padres de San Diego no pudo ser más perfecto, tras batear cuatro imparables y convertirse en el primer miembro de la historia en conecto dicha cantidad de hits en su primer juego con el equipo.
El venezolano dio muestra que es uno de los bates que mejor contacto tiene actualmente en las Grandes Ligas y ya tiene en el bolsillo a su nueva afición. Luego de llegar a la franquicia californiana desde los Miami Marlins, las comparaciones con Tony Gwynn no han parado y tuvieron un aumenta abismal con su presentación productiva ante Cascabeles de Arizona.
Con seis años en Las Mayores, el de San Felipe se ha convertido en uno de los más talentosos con el madero y dos títulos de bateo consecutivos pueden hablar por sí solos. En pleno inicio con un nuevo uniforme, las estadísticas del criollo están a la par de miembros del Salón de la Fama de Cooperstown.
¿Futuro HOF?
Después de aquel estreno con los Mellizos de Minnesota, Arráez ha tenido un despegue pletórico al pasar de los años. En las últimas campañas, ningún bateador de la Americana o Nacional ha lucido mejor average que los que ha registrado el camarero.
Desde la Era Divisional de la MLB, el segundo base es uno de solo cuatro peloteros que cuenta con un promedio al bate por encima de los .320 y que, además, presenta más boletos recibidos que ponches propinados.
La razón de su especulación como futuro miembro al templo de los inmortales es que los demás toleteros que han logrado tal hazaña son Tony Gwynn, Rod Carew y Wade Boggs, nombres que ya tienen placas aseguradas en el museo de Cooperstown.
Si repasamos sus números vitalicios, el venezolano acumula average de .324 en 2,140 apariciones al plato. Durante su tiempo en la Gran Carpa, ‘La Regadera’ se ha convertido en un bateador complicado de ponchar, ya que solo ha visto el tercer strike en 176 veces y ha caminado más a primera base con 181 pasaportes.