Hay que ser muy bueno para ganar en MotoGP tres años de manera consecutiva en Assen, un circuito para valientes y donde no se veía algo así desde que lo hiciera el crack de Mick Doohan, que en su venció cinco veces seguidas entre 1994 y 1998. Así se las gasta Francesco Bagnaia, un piloto mucho mejor de lo que gente, en general, cree.
Pueden resultar sosas en ocasiones las victorias del italiano, porque le gusta dominar de principio a fin, como aquí, pero en realidad son inapelables, como en este GP de Países Bajos en el que ha dominado cada vez que ha salido a la pista. Fue primero en los tres libres, en la calificación, en el esprint y en la carrera, casi nada. Eso le ha llevado a sumar además su tercera victoria consecutiva esta temporada y su segundo doblete consecutivo en GP, lo nunca visto desde que llegara para no marcharse la carrera al esprint de los sábados.
El campeón salía desde la pole en el circuito en el que logró su primera victoria mundialista, con la débil Mahindra (2016), y lideró desde la salida, siendo Jorge Martín, que volvió a acabar segundo, como en el esprint del sábado, el único que intentó aguantarle el ritmo. Ambos llevaban un ritmo endiablado en cabeza, pero separados desde la primera vuelta al menos por el medio segundo de distancia. Mediada la prueba, la ventaja de Pecco oscilaba en el segundo de ventaja y a partir de la 13, cuando arrancó la segunda parte, se disparó por encima del segundo con 1.2, para acabar cruzando la meta con 3.6. Inalcanzable incluso para un Martinator que sigue líder, pero ya sólo con 10 puntos de renta sobre Bagnaia.
El que se va mucho más lejos de lo que llegó de la cabeza fue Márquez. Caída en el esprint y cuarto extraño en una carrera en la que por momentos no quiso tirar del grupo en el que se encontraba. Llegó a 35 puntos de la cabeza a Assen y se va a 51, después de una carrera en la que dejó pasar claramente a Di Giannantonio. Es como si no quisiera rodar con aire limpio, para evitar que le bajara la presión de la goma delantera. Y eso permitió que llegara por detrás el rey de las segundas partes de carrea, un Bastianini que se llevó el tercero remontando desde la décima plaza de la parrilla.
La Bestia completó el podio Ducati y por detrás quedaron cuarta y quinta otras dos motos de Borgo Panigale al ganarle la batalla a Maverick en la última vuelta. El de Aprilia entró muy abierto y más lento de lo que tocaba en la curva 16, lo que facilitó el acceso de Marc a la cuarta plaza, y pudo contener a Di Giannantonio, pero le saltó el detector del fuera de pista en la chicane de entrada a meta y, aunque Mack recibió el banderazo quinto le relegaron a la sexta plaza, quedando el quinto para un Fabio que, corriendo en modo contrato, vuelve a asomar por las primeras plazas, como el año pasado.
El séptimo iba a ser Acosta, que salía noveno, pero se cayó en la última vuelta y su plaza la heredó Binder, que entró por delante de Álex Márquez, Raúl Fernández y Morbidelli, que fue el que cerró las diez primeras plazas. Más atrás acabó Augusto Fernández 14º y no acabaron por caída Mir y Rins, la de éste último, muy fea, con salida por orejas de la Yamaha en la primera curva.