“Hemos bajado la masa salarial deportiva en 180M€. Empezamos a ver brotes verdes. Hemos aumentado los ingresos, el primer equipo tiene mucho más valor de mercado (…) Estamos en una fase de recuperación económica”. Hace unos días, en un discurso ante los senadores del club, el presidente del FC Barcelona, el abogado Joan Laporta, se mostró así de entusiasta y dejó claro que el combinado catalán comienza a ver la luz al final del negro túnel en el que parece sumido.
Aunque también son optimistas, los encargados de la gestión económica de la entidad prefieren tirar todavía de prudencia y, por ello, consideran que resultaría idóneo que la entidad cerrase alguna venta antes del 30 de junio. De esta forma, los números del presente ejercicio resultarían, ya sí, mucho más esperanzadores.
Pocas opciones
La tarea no se antoja fácil, ya que no hay ningún futbolista que haya mostrado un expreso deseo de cambiar de aires. Los dirigentes han empujado hacia la puerta de salida al tarraconense Oriol Romeu, pero el centrocampista no tiene prisa alguna por hacer las maletas. Tampoco el galo Clément Lenglet, quien acaba de regresar de una discreta cesión en el Aston Villa y ya ha dejado claro que desea realizar la pretemporada.
Al igual que el central francés, el joven Ansu Fati también ha retornado a la Ciudad Condal con ganas de convencer a Hansi Flick, por lo que su adiós no parece ahora mismo viable. En el caso de Sergiño Dest, ha sido su grave lesión la que ha paralizado una venta que parecía cantada. Pablo Torre, Eric García, Julián Araujo y Álex Valle completan la lista de jugadores que vuelven de préstamo y podrían contar con opciones de traspaso, pero tampoco parece sencillo, ya que todos quieren apurar sus opciones de permanecer en el primer equipo.