La ayudita a Verstappen este fin de semana vino del cielo, aunque no fuera divina: el diluvio previo a la clasificación en Spa se llevó por el sumidero a McLaren, que en seco sí tienen mucho más que el resto, y regala una parrilla de excepción para el GP de Bélgica de este domingo: pole moral de Leclerc por delante de un renacido Pérez, con Hamilton y Norris en la segunda fila, delante de Piastri. Quizás a Lando le venga bien no salir desde la primera posición, vistos los precedentes. Aunque la pole de Charles es moral, que no quede ninguna duda: fue Max el más rápido en Q1, Q2 y Q3 con vueltas inimaginables para el resto y batió al monegasco con casi seis décimas de ventaja para partir 11º en la carrera, la mejor posición posible en su caso tras la sanción de diez posiciones por utilizar su quinto motor de 2024. Baño de moral para el campeón y su compañero de equipo ahora que McLaren aprieta. Pero el domingo sale el sol.
Ciertamente, estuvo todo muy apretado. En la Q2, por ejemplo, apenas había nueve décimas entre el 1º y el 14º. La pista no llegaba a mejorar y no había tiempo para que se hiciera el clásico carril seco, porque la lluvia fina era constante. En los cortes iniciales se quedó Stroll (15º) tras el violento accidente de los entrenamientos que obligó a Aston Martin a reconstruir el coche y cambiar todo lo que se puede cambiar. La sorpresa del top-10 fue Ocon, con muy buenos tiempos en esas condiciones mixtas. Pero es justo decir que a la Q3 llegaron todos los que tenían que llegar, y posiblemente no faltaba nadie.
No todos tenían dos neumáticos intermedios nuevos para la sesión definitiva. Ferrari o Alonso optaron por gastar el usado al inicio e intentarlo con el nuevo después. Sainz (8º) y Alonso (9º) no mejoraron en ese segundo intento, así que no fue buena estrategia. Pero Leclerc (2º, primero sin el castigado Max) sí lo hizo. El madrileño ya cedió demasiado tiempo en la primera curva, así que era difícil remontar una vuelta con tantos riesgos en cada punto de aceleración. Partirá séptimo descontando a Verstappen y detrás del rival directo, que es Mercedes. Su compañero lo tendrá mucho mejor para acabar en un podio improbable, porque vienen McLaren y Max. Alonso partirá octavo, justo delante de su viejo amigo Ocon. Con lo peor de la lluvia, dejó los clásicos destellos, pero ni en Spa se puede uno desligar del coche que lleva. Lástima.