Roland Garros tuvo su esperada final de la edición 2024, en la pista Philippe Chatrier de París, con un hecho que sorprendió a todos en el arranque del juego entre Carlos Alcaraz (3°) y el Alexander Zverev (4°).
Esta gran definición se destaca ya que, por primera vez en dos décadas, ninguno de los icónicos miembros del ‘Big 3’—Rafa Nadal, Novak Djokovic o Roger Federer—participa en la contienda por el título. Pero para el alemán Zverev, el inicio no fue lo que tanto deseaba.
¿Qué le pasó a Zverev?
Durante el sorteo, supervisado por el juez de silla francés Renaud Lichtenstein, Alcaraz ganó y optó por recibir el servicio. Esto condujo a un sorpresivo comienzo de Zverev: cometió dos dobles faltas consecutivas en el primer minuto.
Tras estas fallas, el alemán se dirigió a su silla para cambiar de raqueta, un hecho sorprendente en una final de Grand Slam tan tempranamente. Sin embargo, este cambio no evitó que perdiera el primer juego, sufriendo el primer ‘break’ del encuentro.
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En semifinales, Ruud no quiso contagiar a Zverev
El alemán Zverev fue protagonista de otro hecho que llamó la atención: su rival, el noruego Casper Ruud (7°) no quiso saludarlo tras el encuentro al argumentar que quería evitar contagiarlo de un malestar estomacal.
Ruud comenzó ganando el primer set, pero su rendimiento disminuyó a medida que avanzaba el partido. Afectado por su salud, se lo vio visiblemente agotado y llegó a pedir tiempo para poder dirigirse a vestuarios.
En los últimos sets, Ruud apenas pudo moverse debido a sus molestias, lo que se reflejó en los parciales de 2-6, 6-2, 6-4 y 6-2 a favor de Zverev. Tras el partido, felicitó al alemán con un choque de puños en lugar de un apretón de manos y le explicó que lo hacía para evitar cualquier posible contagio antes de la final contra Alcaraz.