Después de diez años, la marca francesa Renault ha vuelto a Venezuela y ahora espera comercializar unos 400 vehículos para final de año.
El regreso de la marca se dio después de una visita en 2023 de ejecutivos de la Dirección de Países Importadores, que es un equipo comercial que atiende a mercados sin filial directa, para identificar qué socios estaban aún establecidos en el país sudamericano en medio de la crisis e identificar estrategias para recuperar ese mercado.
Menos de seis meses después de esta misión montaron un esquema de funcionamiento para hacer las primeras exportaciones desde la planta de Renault en Colombia. Según explicaron, por ahora se enfocarán en la exportación de vehículos desde Colombia hacia Venezuela, puesto que para considerar producción local se requiere volumen, algo que aún no se consigue en la economía venezolana.
La comercialización de los vehículos se realiza a través del importador Latamcar, cuyo principal accionista es un grupo español con el cual Renault- Sofasa tiene “una larga relación” comercial, puesto que también tienen representación de la marca en otros territorios de Europa y África.
Con este movimiento, la marca vuelve a estar presente en el país desde mayo con ocho concesionarios y con representación en ocho ciudades “con ambición por el momento de comercializar vehículos que son ensamblados-fabricados en Colombia”.
“Nunca estuvimos oficialmente por fuera, seguimos teniendo un importador que nos representaba; sin embargo; las condiciones no estaban dadas para que ellos pudiesen importar. Los concesionarios fueron cerrando, entonces estuvo sin actividad, algo así como 10 años aproximadamente”, contó Montenegro.
La representación de la marca se reflejará no solo en la comercialización de vehículos nuevos, sino también todo el esquema de posventa, servicios, formación de una red de concesionarios, mercadeo, entre otros.
Montenegro expresó que por ahora se enfocarán en la exportación de vehículos desde Colombia hacia Venezuela, puesto que para considerar producción local se requiere volumen, algo que aún no se consigue en la economía venezolana.