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Con inflación elevada, se dificulta que la Fed recorte tasas de interés.
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Sin recortes en tasas de interés, los inversionistas se tornan más conservadores.
La inflación en Estados Unidos no da tregua y amenaza con cambiar las reglas del juego para los mercados, incluido el de bitcoin (BTC).
El analista del Bank of America, Michael Hartnett indicó que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) escalará hasta un 4,6% en los próximos seis meses, un nivel que no se veía desde abril de 2023. Mientras tanto, bitcoin enfrenta un panorama incierto que podría frenar su impulso.
Los números hablan por sí solos. The Kobeissi Letter, un boletín financiero que proporciona análisis y comentarios sobre los mercados de capitales globales, reporta que el IPC ha crecido un 0,4% mensual en los últimos tres meses.
Si esta tendencia persiste, la inflación interanual alcanzará ese 4,6% en julio, más del doble del objetivo del 2% que persigue la Reserva Federal (Fed).
Incluso si el ritmo mensual baja a 0,3%, el indicador anual aún treparía a un 3,8%. “La inflación se está acelerando”, advierten los especialistas de Kobeissi Letter, y el dato puede llegar a encender las alarmas en los círculos financieros.
La Fed, entre la espada y la pared
A finales de enero, la Fed mantuvo las tasas de interés en 4,50% anual, como lo informó CriptoNoticias, y descartó cambios para el corto plazo.
Con una inflación en ascenso, se dificulta que la Fed recorte tasas de interés en el futuro cercano y esto último es bajista para los mercados volátiles como bitcoin, las criptomonedas y las acciones.
Unas tasas de interés elevadas significa que hay menor liquidez en el mercado e implica que los inversionistas tienden a ir a instrumentos financieros considerados seguros, como son los bonos del Tesoro estadounidense y los activos de considerados de «riesgo» como bitcoin tienden a verse afectados negativamente.
Esto se debe a que los bonos del Tesoro, considerados como una de las inversiones más seguras del mundo, ganan atractivo al ofrecer mejores rendimientos en un entorno de tasas altas, lo que resta liquidez a mercados volátiles como el de bitcoin.
Bitcoin siente la presión
El impacto ya se percibe en el mercado. Bitcoin cotiza hoy cerca de los 95.000 dólares, un 12% por debajo de su récord de 109.300 dólares alcanzado en enero, como se aprecia en el siguiente gráfico de TradingView.
Otros factores han golpeado su precio recientemente, como por ejemplo el hackeo al exchange Bybit, donde se sustrajeron 400.000 ETH. Aunque Bybit asegura que los fondos de los usuarios están a salvo, la confianza del mercado tambalea.
Ahora, la inflación persistente y una posible política monetaria restrictiva añaden más peso a la balanza.
Un futuro en juego
Mientras la inflación en Estados Unidos sigue su marcha, bitcoin y otros activos habitualmente denominados «de riesgo» enfrentan un desafío crucial.
Los inversionistas observan con atención cada movimiento de la Fed, conscientes de que la ausencia de recortes en las tasas podría consolidar un giro conservador en los mercados.
En este escenario, el criptoactivo insignia deberá demostrar su resiliencia o ceder terreno ante las fuerzas económicas que redefinen el panorama global. Si bien esto puede presentarse en el corto plazo, a largo plazo bitcoin tiene propiedades que permitirán que su tendencia sea alcista.
La moneda digital tiene características que lo convierten en una buena reserva de valor en el largo plazo. Entre ellas, se destaca principalmente su escasez, con un circulante que jamás podrá superar los 21 millones de BTC.
A eso se le agrega que es resistente a la censura e inconfiscable, lo que lo hace especialmente atractivo en escenarios de crisis donde, en muchas ocasiones, los gobiernos han tomado dinero de los ciudadanos para subsanar los déficits del Estado.
Por otra parte, bitcoin ofrece discreción, que no es necesariamente anonimato. Aquel usuario que quiera tener privacidad sobre sus fondos puede hacerlo fácilmente con BTC si toma las medidas adecuadas.