Desconectarse voluntariamente de las plataformas online y evitar el uso de dispositivos digitales durante un periodo de tiempo determinado, para reducir el estrés, mejorar la calidad de vida y aumentar el bienestar: esta tendencia en constante crecimiento abre nuevas oportunidades para el sector turístico. De hecho, cada vez más personas buscan otro equilibrio y las vacaciones son el momento perfecto para encontrarlo.
Según el Global Wellness Institute, se espera que el mercado mundial del bienestar crezca un 9,9% anual, hasta alcanzar los siete billones de dólares en 2025. Si tras la pandemia las personas acudieron en masa a las consultas de los psicólogos, también empezaron a buscar métodos alternativos para reducir el estrés: baños regeneradores en los bosques, aromaterapia y sonoterapia, terapia de los abrazos, yoga de la risa o sesiones de privación sensorial metidos en conchas flotantes para distanciarse de uno mismo.
En lo que respecta a los viajes, las nuevas tendencias –según se desprendió durante la Feria EcoLuxury 2023– hablan de un 44% más de estancias espirituales, un 36% de bienestar experimental y un 40% de retiros del silencio. Por otro lado, si ya se ha consolidado el llamado turismo del sueño, también están cada vez más extendidas las experiencias de desintoxicación digital, con propuestas diseñadas para eliminar la dependencia de los dispositivos tecnológicos.
Como explica la dra. Anna Baeza, coordinadora de Servicios Médicos y Terapias Naturales de SHA Wellness Clinic, una clínica que también ofrece servicios propios de un resort de lujo en Alicante, “la pandemia provocó malestar psíquico generalizado y un aumento de trastornos como ansiedad, insomnio, depresión, estrés postraumático. Al mismo tiempo, tuvimos que hacer un mayor uso de las tecnologías, con otro tipo de consecuencias a nivel de salud mental”. Estamos en la era que Traveler define como the age of overstimulation (la era de la sobreestimulación), y muchos buscan un momento de paz.
Cada vez es más popular el turismo de desintoxicación digital
“Recibimos personas de entre 40 y 60 años, hombres y mujeres, de perfil social alto, en general directores ejecutivos y grandes empresarios. Tenemos programas enfocados a objetivos concretos, y al inicio de la estancia, el paciente es valorado mediante entrevista médica y una serie de pruebas que conforman nuestro diagnóstico inicial. Para apreciar resultados medibles lo ideal sería quedarse unos diez días”, aclara la doctora Baeza.
Aún sin el enfoque médico de una clínica como SHA, este tipo de turismo se funda en la necesidad de encontrar espacio y tiempo para reconectar con el cuerpo y la mente, a través de actividades regenerativas, como el yoga, el taichi o la meditación, pero también la pintura, la escritura y la pequeña artesanía. El objetivo es utilizar el cuerpo para desintoxicarse del estrés mental y la fatiga virtual.
Todo suele estar diseñado por equipos de expertos que trabajan dentro de estructuras situadas en entornos paisajísticos privilegiados, donde cada detalle se estudia de forma personalizada para ofrecer una perfecta experiencia de bienestar. Tampoco debe sorprender que todo esto se combine con unas vacaciones de lujo, en destinos muy exclusivos y aislados, ya que el verdadero lujo consiste cada vez más en ser prácticamente inalcanzables.
Las opciones son muchas, en lugares exóticos o mucho más cerca de casa. Los treinta alojamientos privados de la cadena de lujo Explora en Rapa Nui (Isla de Pascua, Chile) son un verdadero santuario de paz inmerso en la naturaleza darwiniana. En las habitaciones no hay internet ni televisión, pero la estructura ofrece un sinfín de actividades al aire libre verdaderamente únicas.
En Costa Rica, el Lodge El Silencio busca reducir la velocidad y eliminar el ruido innecesario con cenas en el bosque y una gran variedad de tratamientos. No hay teléfono, wifi, ni señal de televisión, el entretenimiento lo brindan las vistas de más de 200 hectáreas de jungla y actividades como degustación de café, tirolinas en la selva, caminatas o clases de cocina.
En Europa, la histórica Villa Stéphanie en la ciudad alemana de Baden-Baden representa un oasis de tranquilidad donde disfrutar de innumerables tratamientos médicos y termales. Cada una de las habitaciones cuenta con un interruptor junto a la cama que apaga el wifi y todos los dispositivos electrónicos, para una estadía verdaderamente regeneradora.
El turismo de bienestar pone el foco en la necesidad de reconectar con el cuerpo y la mente
En Formentera, el hotel Teranka se presenta como “un refugio bohemio de bienestar para mentes y almas creativas”. Bajo el nombre Essence of Flow, aquí los retiros fluyen con la energía de la isla y ofrecen distintas actividades como observación de estrellas, baños de sonido y de hielo, pero también trabajo respiratorio catártico con hipnoterapeuta y coach de vida. Además, el hotel cuenta con una extensa biblioteca de literatura y distintas obras de arte para invitar a quitar la vista de las pantallas.
En la vecina Francia, el Yobaba Lounge, situado en medio de un pueblo medieval a los pies de los Pirineos, es una zona Instagram-free que acoge retiros veganos desde 2013. En las instalaciones se exige silencio a partir de las ocho y media de la tarde hasta el mediodía del día siguiente. No obstante, para los más parlanchines existe una fórmula más suave que obliga al silencio solamente desde el despertar hasta el desayuno, a las diez de la mañana.
También en Francia, dentro de 300 hectáreas de bosque privado, aproximadamente a unos 15 minutos en coche del centro de Tours, se encuentran los Loire Valley Lodges, 18 casas boutique situadas a cuatro metros de altura. Todos los alojamientos de este santuario solo para adultos cuentan con bañera de hidromasaje y terraza, pero carecen de wifi y televisión. Sin embargo, se incluye una radio para ponerse en contacto con el personal y un iPad precargado con una lista de reproducción personalizada. Por supuesto, abundan las actividades para el bienestar, con piscina en el bosque, masajes y baños de sonido.
Los Lefay Resorts & Spa en el lago de Garda y los Dolomitas, en Italia, han sido galardonados con el premio al mejor spa sostenible del año. Ambas instalaciones cuentan con un spa de 5000 metros cuadrados, caracterizado por piscinas rodeadas de ventanales que permiten a los huéspedes sumergirse en la naturaleza circundante. Se fomenta el desapego digital, con la invitación a apagar los móviles para disfrutar del silencio y la paz del entorno.
Otro destino italiano es L’Eremito, una ermita de lujo situada en una reserva de la región de Umbría, en el centro montañoso del país. Aquí la invitación a la desintoxicación digital se convierte en obligación para una experiencia basada en la meditación. Las habitaciones no tienen cobertura y los clientes pueden entregar su smartphone en recepción o depositarlo en una caja fuerte.
Finalmente, Logout Livenow es una agencia de viajes grupales dedicada al detox digital para, aseguran, “desconectar por completo, liberándote del estrés y el frenesí del día a día”. Teléfonos, ordenadores o cámaras son confiscados al inicio del viaje y devueltos al final. Durante la experiencia se puede optar por participar en diversos talleres, como clases de cocina o trabajar la arcilla para crear algo con las manos y desarrollar la creatividad, pero también se practican kayak, trekking, esnórquel, avistamiento de delfines, yoga, meditación y un seminario de bienestar digital. Para no renunciar a los recuerdos, la agencia pone a disposición un profesional que realiza fotos y vídeos del viaje y los entrega a los participantes al final de la experiencia: ya no hay excusa posible.
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