Pero los 65 millones de franceses no serán los únicos que esperarán ansiosos la llegada de unas 15 millones de personas, entre deportistas, autoridades, periodistas y turistas, que participarán de la fiesta deportiva. También los estarán esperando el mosquito tigre asiático (Aedes albopictus), una especie invasora que actualmente supone una amenaza para Europa, ya que es el vector de enfermedades como el dengue o el zika.
Lo cierto es que las autoridades sanitarias francesas están preocupadas por un posible brote del dengue durante los Juegos Olímpicos, que se llevarán adelante entre la última semana de julio y el 11 de agosto; y también con los Juegos Paraolímpicos, que sucederán semanas después.
Es por ello que frente a la combinación de extremo calor, presencia del mosquito vector transmisor del dengue, los millones de visitantes nuevos y el traslado de estos por diferentes ciudades del país, la situación es de extrema preocupación.
"La vigilancia es esencial", destacó esta semana en un comunicado el Instituto Pasteur, especializado en la prevención de enfermedades en ese país, mientras las autoridades francesas han lanzado un plan de vigilancia ante el fuerte aumento de los casos importados de dengue y en previsión de que puedan subir aún más de cara a la cita olímpica.
Con información de Agencias