A los monjes Shaolin, que presumen de un nombre espiritual, se les considera, por encima de todo, guerreros comprometidos. Su vínculo con las artes marciales les tiende a situar en un entorno físico en primer lugar, por encima del plano espiritual. En cambio, los monjes Shaolin se caracterizan tanto por cultivar las habilidades de lucha como de practicar la meditación. “Todo el mundo aspira a tener una vida feliz, libre de sufrimiento y de las causas que lo provocan. No obstante, pocas personas la consiguen”, dice Shi Heng Yi, maestro principal del Templo Shaolin de Europa, quien recupera prácticas ancestrales para aplicar en la vida moderna en su libro El camino Shaolin: Hábitos milenarios para una vida moderna (Temas de hoy).
En su recopilación del conocimiento y enseñanzas Shaolin, Shi Heng Yi recupera el valor de las virtudes en los actos cotidianos. “Puede que te preguntes cómo las virtudes pueden enriquecer tu vida. Piensa en la lealtad: esa maravillosa sensación de seguridad, cuando sabes que pase lo que pase alguien te cubrirá las espaldas”, explica el maestro. “La vida no solo es más bella cuando alguien se comporta de forma virtuosa contigo, sino también cuando tu haces lo mismo con los demás”, añade.
Prácticas ancestrales para ser feliz hoy
“Si las personas de todas las edades, países, culturas, profesiones y religiones integraran en sus vidas las ideas y acciones de estos conocimientos ancestrales practicados y refinados a lo largo de siglos, se eliminaría buena parte del sufrimiento que experimentan todos los seres”, asegura el maestro Shi Heng Yi antes de presentar los doce métodos que considera esenciales.
Se trata de 12 prácticas donde se concentran ejercicios básicos de bienestar como la respiración, el primer método. A la hora de regular la respiración, el maestro Shaolin hace hincapié en la profundidad, duración y ritmo de la respiración. “Si conseguimos mejorar la aportación de oxígeno y la calidad de nuestra respiración podremos aumentar nuestro rendimiento físico y mental. No hay forma más rápida y directa de aumentar tus niveles de energía que regulando tu respiración”, explica Shi Heng Yi.
A la respiración le sigue el desarrollo de las capacidades mentales, el entrenamiento de la sensibilidad y el desarrollo de la fuerza de voluntad mediante la práctica de permanecer de pie. “El ejercicio [estar de pie en diferentes posturas] está concebido para reforzar tu fuerza de voluntad no solo a nivel físico, sino especialmente a nivel mental. Tu fuerza de voluntad está esencialmente ligada a tu intención y con mucha paciencia y una práctica continuada te permitirá acumular mucha energía, cultivar tu vitalidad y tu fuerza”, señala el maestro Shaolin.
Shi Heng Yi también propone ejercicios con los que se puede ajustar el equilibrio interno (quinto método ancestral), abrir los canales del chi (sexto), estirar el cuerpo (séptimo), reforzar el centro -refiriéndose al abdomen- (octavo), flexibilizar el torso (noveno), nutrir el chi (décimo), estimular los canales de energía (undécimo) y transitar la órbita microcósmica (duodécimo).Todos ellos implican la ejecución de movimientos con el cuerpo en los que la mente se debe implicar por completo, es decir, requieren concentración. De esa forma, el camino Shaolin te enseña a mantenerte vivo en el momento presente, lo que te ahorra muchas preocupaciones innecesarias. “Aunque existen muchos métodos distintos, vale la pena empezar con pocos ejercicios, pero practicarlos con regularidad”, aconseja el maestro Shaolin.