El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) ha dado inicio al proyecto “Liberando su potencial: Empoderando a niñas, adolescentes y mujeres jóvenes para el ejercicio de sus derechos”, con el apoyo financiero del gobierno de Canadá. Esta iniciativa, que se extenderá desde abril de 2024 hasta marzo de 2031, se enfocará en las regiones de Ayacucho, Piura y San Juan de Lurigancho, áreas
Perú enfrenta grandes desafíos en la realización de la salud y los derechos sexuales y reproductivos (SDSR) y en la eliminación de las desigualdades, en un contexto donde prevalecen normas sociales y de género discriminatorias. Estos desafíos se manifiestan en altos niveles de embarazos no deseados, violencia de género y prácticas nocivas que afectan el proyecto de vida y el ejercicio pleno de derechos de niñas, adolescentes y mujeres jóvenes.
En 2023, los Centros de Emergencia Mujer atendieron a 30,837 personas por violencia sexual, de las cuales el 49.1% eran niñas de 12 a 17 años, y en 12,524 casos hubo violación sexual. Adicionalmente, una de cada cuatro mujeres peruanas ha sufrido violencia física por su pareja alguna vez en su vida. La tendencia creciente de embarazos y maternidades forzadas es alarmante, con 1,357 partos de niñas menores de 15 años en 2023, una cifra que ha ido en aumento desde 2019.
Esta situación es aún más grave para aquellas que están en el quintil más bajo de ingresos, con menores niveles educativos, en zonas rurales, urbano-marginales y periurbanas, así como para la población indígena, afrodescendiente, con discapacidad, LGTBQ+, y refugiados y migrantes. La brecha significativa entre la fecundidad deseada y la observada, especialmente entre adolescentes de 15 a 19 años, subraya la urgencia de intervenir.
“Este proyecto tiene como objetivo contribuir a mejorar el bienestar, la salud y el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de niñas, adolescentes y mujeres jóvenes, especialmente de zonas rurales, indígenas, afrodescendientes y refugiadas y migrantes en situación de vulnerabilidad, en un entorno igualitario y libre de violencia de género”, destacó el Dr. Hugo González, representante del UNFPA en Perú.
Las estrategias del proyecto incluyen la promoción y el diálogo sobre políticas, el desarrollo de capacidades, la gestión del conocimiento y la prestación directa de servicios esenciales. Se priorizan enfoques basados en los derechos humanos y la transformación de normas discriminatorias de género, así como la coordinación interinstitucional y la generación de datos confiables.
“Toda adolescente, joven y mujer debería poder decidir qué hacer con su cuerpo, su vida y su futuro. Canadá apoya los esfuerzos del Estado peruano para abordar los retos que ellas enfrentan”, agregó el Embajador de Canadá, Louis Marcotte.
El evento de lanzamiento del proyecto “Liberando Su Potencial: Avanzamos Todas”, se llevó a cabo el 11 de julio y fue inaugurado por la ministra de la Mujer, Teresa Hernández. Se desarrolló en dos partes. La primera parte consistió en un diálogo sobre la relevancia del proyecto, en el que participaron jóvenes lideresas de Ayacucho y Piura, junto a la viceministra de la Mujer, Elba Espinoza; el embajador de Canadá, Louis Marcotte; y el representante del UNFPA en Perú, Hugo González.
La segunda parte incluyó una intervención en formato TedTalk sobre salud, derechos sexuales y reproductivos, e igualdad de género, a cargo de la periodista Manuela Camacho. Durante su intervención, Camacho enfatizó la importancia de la educación sexual integral para prevenir el abuso y empoderar a las niñas y niños. “La educación sexual integral no solo es necesaria, es urgente para que las niñas y niños puedan identificar y denunciar situaciones de abuso”, afirmó.
El panel que siguió a la presentación de Camacho contó con la participación de Tarcila Rivera, presidenta del Centro de Culturas Indígenas del Perú CHIRAPAQ; Sofía Carrillo, periodista y activista afroperuana; y Tania Vila, vicegobernadora del Gobierno Regional de Ayacucho.
Rivera, una destacada lideresa social enfocada en las comunidades indígenas, subrayó: “Es crucial entender que la cultura no debe ser una barrera para respetar los derechos humanos. Necesitamos programas que valoren los conocimientos propios y las capacidades de nuestras comunidades, y que incluyan a todos en el cambio”.
Por su parte, Carrillo, reconocida activista social y defensora de los derechos de las mujeres y las minorías, señaló: “La interseccionalidad no se aplica solo en discursos. Necesitamos acciones concretas que reconozcan y valoren las diversas identidades y condiciones de las mujeres afrodescendientes para realmente garantizar sus derechos y empoderarlas”.
Tania Vila, representando una perspectiva institucional desde una región altoandina, destacó la importancia de los proyectos de inversión pública con enfoque de género: “Cuando una niña se convierte en madre en su adolescencia, no solo se ve truncado su desarrollo, sino también sus posibilidades de tener una vida adecuada. Este proyecto es esencial para que nuestras niñas puedan vivir libres de violencia y ejercer plenamente sus derechos”.