Desde el sintetizador eléctrico que usaba Steven Hawking para comunicarse, la tecnología ha avanzado considerablemente y ha unido fuerzas para desarrollar nuevas interfaces cerebro-máquina que permitan a las personas con alguna discapacidad mejorar sus condiciones de vida. Mediante implantes cerebrales se persigue facilitar a pacientes con parálisis poder manejar brazos robóticos o sus teléfonos, aunque otros proyectos aspiran a conseguir lo mismo sin la complicación de una operación quirúrgica.
Tomás Vega, joven peruano y estudiante en Estados Unidos, barajó hace tiempo la idea de crear una interfaz cerebro-máquina. Una propuesta que otras empresas e investigadores ya han conseguido implantar en pacientes. Pero tras una beca en Neuralink, compañía de Elon Musk decidió buscar una solución diferente.
“Un implante cerebral tiene el mayor potencial para ayudar a las personas en el futuro, pero vi una serie de limitaciones que me impidieron trabajar en él ahora”, explica Vega al MIT (Instituto e Tecnología de Massachusetts), institución en la que ha desarrollado MouthPad, una férula electrónica que hace las funciones de un ratón para el teléfono u otros equipos. Varias personas con parálisis llevan ya tiempo usándola con la lengua o con gestos faciales.
Más seguro que un implante
La empresa de Elon Musk, ha aplicado su primer implante en un paciente, pero el resultado no ha sido el esperado: tras la intervención quirúrgica, el chip experimentó problemas que hicieron que no funcionara bien. Someter a una cirugía cerebral a una persona es un proceso de alto riesgo.
Iniciativas como Stentrode, han conseguido mejores resultados. Sin embargo, un proceso menos invasivo puede ser una solución más inmediata y cómoda para miles de personas con dificultades motrices. Al menos hasta que los implantes sean más seguros y eficientes.
MouthPad, no se detecta desde fuera al no cubrir los dientes frontales. Solo el mecanismo alojado en el lateral puede inflar algo la mejilla y delatar que se dispone de un gadget en la boca. La start-up Augmental, fundada por Tomás Vega y Corten Singer, es la responsable de MouthPad, una férula que sirve como mando a distancia de otros dispositivos a través de la tecnología Bluetooth.
El panel táctil instalado en el paladar registra los movimientos de la lengua y la cabeza para realizar funciones como controlar el teléfono o una tablet. Este se compone de un par de sensores de movimiento para traducir los gestos de la lengua y la cabeza en información para desplazar el cursor y hacer clics en tiempo real.
“La lengua consta de ocho músculos y la mayoría de las fibras musculares son de contracción lenta, lo que significa que no se fatigan tan rápido. Entonces pensé ¿por qué no aprovechamos todo eso?”, explica Tomás Vega. Este producto ya forma parte de la vida de diferentes personas, como Keely que vive con cuadriplejia y la férula le ha facilitado seguir con sus estudios de matemáticas e informática. Algunos usuarios llegan a usarlo hasta nueva horas diarias.
¿Cómo funciona?
Los MouthPads se fabrican en 3D como las férulas de descarga o los actuales sistemas de corrección en ortodoncia que ha sustituido a los famosos brackets en los últimos años. Un molde de la boca del usuario define el perfil que tiene que tener cada modelo personalizado para encajar en los dientes superiores de la persona.
Después se agregan los componentes eléctricos, los sensores y el chip para comunicarse por Bluetooth con los dispositivos. La batería dura aproximadamente cinco horas de constante uso y tarda 2 horas en cargarse. Además, el software desarrollado es compatible tanto con iOS como Android y otros sistemas operativos para ordenador (macOS, Windows y Linux)
A través de MouthPad, los usuarios pueden desplazarse hacia arriba, abajo, izquierda y derecha deslizando la lengua, como si movieran el ratón del ordenador. Según las capacidades motrices de cada persona, el sistema admite diferentes gestos para hacer clic en el que sería el botón derecho y otro gesto para el izquierdo de este ratón bucal.
Por ejemplo, es posible hacer clic derecho realizando el gesto de sorber y hacer clic izquierdo presionando en su paladar. Otros usuarios con menos control de la lengua, pueden usar mordiscos, apretones y otros gestos, incluso la activación se puede producir con movimientos fuera de la boca, con el cuello y la cabeza se puede dirigir el cursor en la pantalla. El objetivo final es que la interfaz ser multimodal y cada uno elija sus propias preferencias.
Mejoras en curso
La empresa sigue trabajando para que su producto llegue, con una mayor capacidad de interacción con el usuario. Por ahora, Augmental espera obtener la autorización de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU durante el próximo año para ayudar a los usuarios a hacer cosas como controlar sillas de ruedas y brazos robóticos. Esta autorización de la FDA también facilitará que el producto sea más accesible con los seguros médicos.
En un futuro más lejano, los responsables de MouthPad están valorando otras interacciones posibles para su dispositivo. Desde escuchar los susurros hasta responder a los movimientos más sutiles de los órganos internos implicados en el habla. “Es crucial para nuestro segmento inicial de clientes porque muchos de ellos han perdido o tienen función pulmonar deteriorada”, dice Vega.