Si fueras un astronauta en la superficie de Marte y miraras el cielo justo antes del anochecer, podrías ver nubes que brillan en tonos rojos y verdes. Aunque el escenario de una persona contemplando el cielo extraterrestre todavía parece lejano, los rovers, como el Curiosity de la NASA, de vez en cuando comparten videos de las extrañas nubes iridiscentes del planeta rojo.
Las nubes marcianas están compuestas por hielo de agua o hielo de dióxido de carbono. Las formadas por hielo seco son las más comunes y también son las únicas que producen el fenómeno lumínico iridiscente. El efecto “nacarado” se explica por la dispersión de la luz del Sol del poniente a través de los cristales de hielo. Solo las tonalidades rojas y verdes logran atravesar la densa capa congelada, lo que da a las nubes ese color tan particular. Como es un fenómeno propio del atardecer, los expertos las conocen como nubes noctilucentes o nubes crepusculares.
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El último video fue tomado durante el día marciano 4,426 de la misión Curiosity. De acuerdo con la NASA, el instrumento Mastcam a bordo del explorador tomó fotos del cielo durante 16 minutos. El fenómeno de la iridiscencia fue capturado por primera vez en 1997. Desde entonces, los rovers que llegan a Marte observan el firmamento para ver arcoíris antes del anochecer. El Curiosity pudo detectar las nubes noctilucentes hasta 2019. Con este video, es la cuarta vez que el explorador las presencia.
Las nubes de colores aún son un gran misterio, aunque siempre aparecen en la misma época del año. Algunos astrónomos esperan la “temporada de nubes” para alertar a los rovers para preparar sus instrumentos de grabación. “Cada avistamiento es una oportunidad para aprender más sobre el tamaño de las partículas y la tasa de crecimiento de las nubes marcianas. Eso, a su vez, proporciona más información sobre la atmósfera del planeta”, afirma la NASA.
El vehículo Curiosity llegó a Marte en 2012 con el propósito de estudiar el clima del planeta y su relación con la geología. Para lograr su objetivo, los ingenieros de la NASA le agregaron cinco cámaras distintas, espectrómetros, detectores de radiación y sensores medioambientales. El cielo marciano no es su prioridad, pero ha capturado algunas de sus mejores fotos, como la nostálgica imagen de un atardecer azul y los rayos del sol atravesando las nubes de dióxido de carbono.