Es la cifra más alta de visitantes extranjeros que tuvieron hasta ahora, superando la de 2023 que, con 10.3 millones, también había sido considerada un récord.
El dato es esencial para un país en el que el turismo representa el 15% del PBI y genera más de un millón de empleos según el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC por sus siglas en inglés).
República Dominicana ocupa dos tercios de la isla La Española, que comparte con Haití, y es sinónimo de vacaciones soñadas con postales divinas de sol, playa y hoteles all inclusive.
Con 1.600 km de costa entre el mar Caribe y el océano Atlántico, tiene más de 200 playas y muchos atractivos vinculados con su cultura y con varios siglos de historia. Basta con darse una vuelta por la zona colonial de Santo Domingo, la capital, considerada el asentamiento europeo más antiguo de América y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1990.
Si bien las playas son el gran imán para los turistas y la postal que atrapa a primera vista, la geografía de Dominicana tiene una diversidad que va de lagos a montañas, de pueblos de pescadores a grandes ciudades, de palmeras a cactus. Tiene parques nacionales y reservas ecológicas. Se puede hacer observación de aves y, entre enero y marzo, ballenas jorobadas.
Hay salidas de senderismo, ciclismo, espeleología o turismo comunitario. Sus ciudades son escala y puerto de salida de cruceros (cada año tienen unos dos millones de cruceristas).
Y su cultura es una atractiva mezcla de componentes taínos, europeos y africanos, parte del sabor dominicano junto con el merengue, la bachata, el cacao, el tabaco, el ron y platos típicos como el mangú, la bandera dominicana, el concón o los tostones.
El “petróleo” de Dominicana
“El 40% del crecimiento económico de República Dominicana en los últimos tres años ha estado sobre los hombros del turismo”, explica Collado y es contundente cuando señala el papel fundamental que juega.
“Es mucho más que sol, playa y piña colada. El petróleo dominicano es el turismo”.
Por todo esto, la llegada del visitante 11 millones se celebró como si fuera una fiesta nacional: el 29 de diciembre pasado hubo una ceremonia en el aeropuerto internacional de Punta Cana para darle una especial bienvenida al canadiense Bruce Pirt y su familia, que bajaron del avión en el momento justo. Habían pasado aquí su luna de miel y regresaron, 20 años después, para festejar su aniversario.
Enero también fue un mes de buenas noticias ya que Dominicana obtuvo el reconocimiento al mejor stand de Fitur en Madrid, una de las ferias de turismo más importantes del mundo.
Y las proyecciones a futuro son alentadoras: esperan llegar a los 12 millones de turistas a fin de 2025.
El fenómeno de los argentinos
“Lo impresionante de esto es cómo ha venido creciendo el turismo argentino”, asegura David Collado.
Tienen bien estudiado el perfil del viajero argentino:
- más de la mitad de los que llegan son de Ciudad y provincia de Buenos Aires (53,6%) y un 17,2% arriba desde Córdoba
- el 80% pasa sus vacaciones en Punta Cana
- se quedan un promedio de 9 días
- eligen mayoritariamente alojarse en hoteles
- Según una encuesta, el 54.7% hizo actividades fuera del establecimiento y el 80% repetiría la experiencia.
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Es la cuarta vez que Collado viene al país, para encabezar un nuevo roadshow –evento que reúne agencias de viajes, operadores y medios especializados para mostrar el destino y fortalecer las relaciones-, una de las claves que, según dice, explican el crecimiento del turismo y puntualmente el boom de argentinos en los últimos tiempos.
Le encanta venir y mostrar hacia dónde va Dominicana, qué nuevas playas o destinos pueden visitarse, temas de seguridad o el arribo de nuevos hoteles. También dice que el dulce de leche y los alfajores son su debilidad. Y que todo este crecimiento genera mucha emoción.
Las cifras alientan: solo en enero 2025, llegaron 51.000 argentinos, un 104% de crecimiento respecto de enero 2024. Estiman que febrero cerrará con entre 30.000 y 35.000 visitantes argentinos. De continuar esta tendencia, Argentina quedaría en el tercer lugar como mercado emisor de turistas –esperan llegar a 350.000 argentinos a fin de año-, detrás de Estados Unidos y Canadá.
A los roadshows que, dice Collado, son una gran fiesta, se suma otro factor clave que explica el crecimiento maratónico del destino: la conectividad aérea.
Entre vuelos directos y otros con escalas, el abanico de posibilidades para llegar desde Argentina hasta las playas soñadas, los resorts all inclusive y las calles coloniales de Santo Domingo es muy amplio.
Aerolíneas Argentinas, por ejemplo, tiene actualmente –plena temporada de verano- 7 vuelos semanales desde Buenos Aires, 4 desde Córdoba, 1 desde Rosario y 1 desde Tucumán. Desde marzo mantendrá una frecuencia interesante: 5 desde Buenos Aires, 3 desde Córdoba, además de Rosario y Tucumán.
Un jugador que movió fuerte el tablero fue Arajet -aerolínea dominicana de “precios bajos”-, que comenzó a volar a la Argentina en noviembre de 2023 y actualmente tiene seis frecuencias semanales a Punta Cana.
A esto se suma la oferta con diferentes puntos de conexión de compañías como Copa (vuela a Panamá con 35 frecuencias semanales desde Buenos Aires, 16 desde Córdoba, 10 desde Rosario y 6 desde Mendoza), Latam o Gol, entre otras.
Un tercer factor es la pandemia y la reapertura del turismo. “Estábamos decididos a generar confianza. Mientras el mundo cerró sus puertas, República Dominicana abrió con responsabilidad. La positividad no se disparó en ningún destino ni aeropuerto… Tuvimos el coraje de abrir mientras grandes países cerraron”, dice Collado en relación con el rol y el éxito que tuvieron al liderar la “recuperación turística”.
Resulta clave también la relación público-privado y la conformación de un gabinete turístico con todas las instituciones que puedan relacionarse con la actividad, que agiliza la toma de decisiones.
Mucho más que Punta Cana
Está claro que Punta Cana es el destino estrella de República Dominicana. Concentra el mayor flujo de visitantes y también la mayor cantidad de establecimientos hoteleros.
Para darse una idea, tiene 47.000 habitaciones hoteleras, el 50% de la oferta de todo el país. Un destino emergente como Miches, que está en pleno proceso de crecimiento con la llegada de nuevos hoteles, tiene 3.000 habitaciones.
Además del Club Med, el primero en abrir en 2019, se está construyendo un Four Seasons, acaba de abrir un Viva Wyndham, también hay un Zemí de Curio Collection by Hilton y también está la cadena Hyatt.
“El 80% de los argentinos se queda en Punta Cana. Mi trabajo es mostrarles otros lugares”, dice Collado. Y transmite entusiasmo mientras va enumerando opciones.
Santo Domingo es imperdible por su centro histórico y las calles coloniales. Fundada por Bartolomé Colon en 1496, está en proceso de revitalización con una inversión de US$ 100 millones.
Tiene museos, tiendas, hoteles –varios en edificios históricos-, restaurantes y cafés. Allí está la Catedral Primada de América construida entre 1510 y 1540, el Convento de los Dominicos, el Alcázar de Colón -la antigua residencia de Diego Colón-, la Fortaleza de Ozama y museos como el del Ámbar o de las Casas Reales.
Samaná es un paraíso con montañas, donde contrastan el verde de la naturaleza y el blanco de las playas. Muchos franceses, entre otros extranjeros, se quedaron a vivir aquí enamorados del lugar, algo que se ve, por ejemplo, en la diversidad gastronómica. Está en una bahía que es santuario de las ballenas jorobadas que llegan cada año (enero a marzo) para reproducirse.
La Romana, conocida por sus plantaciones de caña de azúcar, cuenta con el lujoso resort Casa de Campo, la cercanía de playas espectaculares como Dominicus y Bayahíbe, o las excursiones a la isla Saona. Hay campos de golf diseñados por Pete Dye y allí está Altos de Chavón, réplica de un pueblo mediterráneo del siglo XVI. La inauguración de su anfiteatro griego contó con la presencia de Frank Sinatra en 1982 y desde entonces convoca a artistas internacionales cada año, desde Sting y Gloria Estefan hasta Marc Anthony y Maluma.
También hay que mencionar a Puerto Plata, donde comenzó el turismo en Dominicana y que ahora se está relanzando con nuevos proyectos. Es parte de la Costa del Ámbar junto con Cabarete, y se destaca entre otras cosas por las “casas victorianas”, los yacimientos de ámbar y el buen ron.
O Pedernales, un paraíso, “con tres cadenas hoteleras que están en fase final y se inauguran en junio”, adelanta Collado.
Beneficios para todos
El crecimiento, las inversiones y la llegada de más visitantes también necesitan de mucho cuidado para evitar desbordes como se ven en algunos destinos del mundo -ciudades europeas, por ejemplo- donde la población local empieza a rechazar a los turistas.
Collado marca la importancia del turismo sostenible, que va más allá de la protección del entorno natural.
“Tenemos que ser un destino amigable con el medio ambiente, pero la sostenibilidad incluye la economía circular. Que donde estén las grandes cadenas hoteleras no haya pobreza detrás de las paredes. Hay que desparramar beneficios económicos a todos”.
De ahí las inversiones para reacondicionar destinos, asfaltar calles, el incentivo a los emprendedores locales y proyectos como el de un instituto de formación turística en Bávaro-Punta Cana para mejorar la calidad de la mano de obra dominicana, o un innovador Centro de Servicios al Turista.