Los ministros y representantes del turismo de 51 países de África y 27 países de América se reunieron por primera vez para abordar las oportunidades de trabajo conjunto entre estos dos continentes, con el objetivo de impulsar el turismo como actividad económica y motor de la riqueza ambiental, histórica y cultural.
La inversión estratégica, la formación continua del capital humano, la búsqueda de innovación en la industria y la inclusión de más industrias culturales y creativas fueron los cuatro pilares que la Organización de las Naciones Unidas para el Turismo (ONU Turismo) incentivó a poner sobre la mesa en la primera Cumbre de ONU Turismo para África y las Américas.
“Nuestra visión conjunta nos exige un profundo compromiso y una responsabilidad compartida de construir puentes de hermandad, cooperación y buena voluntad en el Atlántico a través de la cooperación Sur-Sur, utilizando el turismo como una herramienta de unión”, enfatizó la vicepresidenta de la República, Raquel Peña, durante su intervención en la jornada de ayer, celebrada del 3 al 5 de octubre en Punta Cana.
Peña incentivó a los líderes turísticos de ambas regiones en fortalecer la colaboración interregional, intercambiando experiencias que permitan, desde la creación de redes de capacitación, hasta la implementación de políticas comunes para el desarrollo del turismo responsable. “Nuestro éxito dependerá de nuestra capacidad para trabajar juntos”, afirmó.
Para el secretario general de ONU Turismo, Zurab Pololikashvili, la cumbre representa un evento “histórico” que dé paso a una hoja de ruta que mejore el posicionamiento de ambas regiones en el mercado turístico internacional, y expandir el turismo, una actividad que ya se encuentra recuperada de la crisis que generó la pandemia del covid-19.
“Esta es la oportunidad de dialogar y diseñar soluciones comunes”, manifestó.
Ejemplo para las Américas
La vicemandataria explicó que fue gracias a la colaboración público y privada que la República Dominicana pudo tomar medidas acertadas para reactivar el sector turístico ante la pandemia del covid-19, que representó un freno a 90 años de crecimiento de la principal actividad económica del país.
“Este esfuerzo conjunto nos permitió afianzar el sector, impulsando nuevas formas de turismo, y utilizando la crisis como una oportunidad para reinventarnos y fortalecer nuestras prácticas sostenibles”, aseguró.
Sostuvo que la historia de éxito del país en materia de recuperación del turismo “es un ejemplo para las Américas” y debe servir de combustible para elevar el turismo dominicano aún más.
En esto coincidió el ministro de Turismo, David Collado, quien indicó que el país busca constantemente fortalecer su conectividad aérea, contando con:
- Más de 200 rutas operadas por más de 100 aerolíneas
- 93 líneas de cruceros
- Más de 85,000 habitaciones hoteleras
- Ocho aeropuertos
- Siete puertos de cruceros.
Esta infraestructura permitió superar la llegada de un visitante por habitante el año pasado, alcanzando más de 10,036,000 extranjeros y étnicos.
Conectividad aérea
Collado dijo a la prensa que la conectividad aérea es el primer paso en el que deben trabajar los países de África y América para entablar un intercambio turístico provechoso. “Es extremadamente importante unificar esfuerzos entre el continente africano y la República Dominicana, y todo el continente americano”, manifestó.
En efecto, más del 94 % de los africanos que viajan hacia América deben hacer escala en otro país –principalmente Europa– para llegar a su destino final, puntualizó el vicepresidente regional de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, Peter Cerdá.
Indicó que las inestabilidades sociales y políticas, sumado a los altos costos del transporte y los impuestos a las aerolíneas en América Latina son limitantes que se deben superar para que la conectividad entre ambas regiones comience a ser rentable.
En el caso de la República Dominicana, Collado enfatizó que el costo de los pasajes desde y hacia el territorio sigue siendo “extremadamente alto” y se sigue “luchando” para obtener precios competitivos a través de acuerdos de cielos abiertos, como el de Estados Unidos y de Argentina, que ayer anunció en la cumbre que está dispuesto a firmar un acuerdo con Quisqueya.